El ejercicio y la actividad deportiva sin duda contribuyen a nuestro bienestar físico y mental. Sin embargo, el ejercicio físico también debe ir acompañado de una relajación y un aflojamiento completo de los músculos tensos. Por lo tanto, masajea tus músculos con una pistola de masaje. Puedes utilizarlo durante el entrenamiento para aumentar la resistencia o después para recuperarte. Las vibraciones conseguirán que los músculos rígidos se relajen y que te sientas mucho mejor. Puedes llevar contigo la versión más pequeña en cualquier momento. Por ejemplo, podemos ayudarle con la rigidez del cuello después de una noche de insomnio.